La norma EN 374-5 es aplicable a todos los guantes diseñados para ofrecer protección contra microorganismos y agentes biológicos. Esta norma establece requisitos para la resistencia a la penetración de bacterias y hongos, proporcionando una barrera efectiva contra estos elementos nocivos. Se realizan pruebas para evaluar el rendimiento de los guantes, garantizando la seguridad del usuario en entornos con riesgos biológicos.

A – Resistencia a la penetración de microorganismos (de 1 a 4): Evalúa la capacidad del guante para evitar el paso de bacterias y hongos, proporcionando una protección efectiva para el usuario.

B – Impermeabilidad a líquidos (aprobado o reprobado): Indica si el guante es capaz de evitar el paso de líquidos, previniendo el contacto con sustancias dañinas.

C – Resistencia a microorganismos bajo presión (aprobado o reprobado): Evalúa la capacidad del guante para mantener su integridad incluso bajo presión, asegurando una protección continua.

D – Resistencia a microorganismos bajo vacío (aprobado o reprobado): Evalúa la capacidad del guante para mantener su integridad en condiciones de vacío, garantizando una barrera efectiva contra microorganismos.

E – Resistencia a la penetración de sangre (aprobado o reprobado): Indica si el guante es capaz de evitar la penetración de sangre, proporcionando protección adicional en situaciones de riesgo.

F – Resistencia a la penetración de fluidos corporales (aprobado o reprobado): Evalúa la capacidad del guante para evitar el paso de fluidos corporales, ofreciendo una protección completa al usuario.